¿Has visto esas películas en las que para atrapar a algún criminal envían a un agente encubierto?. Hoy quiero hablarte de una mujer muy valiente que hizo historia con sus decisiones, impacto al pueblo en medio del cuál vivía, pero lo más impresionante es que parecía tener todo en su contra y nadie daba un centavo por ella.
Cuando era pequeña perdió a sus padres y viva con su tío en un hogar muy humilde. Su tío le enseño a confiar en Dios…eso era todo lo que el le podía heredar; pero un buen día el Rey de la ciudad donde ella vivía hizo traer a su castillo a las jóvenes más hermosas para elegir esposa…pero esta chica tenía algo especial más allá de su belleza física, así que el Rey la eligió a ella. Por otra parte, había un hombre que odiaba al tío de la Reyna por ser judío, ese hombre era el consejero del Rey, así que teñí mucho poder y mando a construir una horca enorme para después convencer al rey con mentiras de buscar al tío de la Reyna y matarlo…, de hecho no sólo planeaba matarlo a el sino a todos los judíos de la ciudad, ¡incluyendo a la Reyna!, cabe mencionar que nadie sabía la verdadera identidad de ella, por lo tanto tampoco sabían que ella era judía …. ¡parecía que todo estaba en su contra, y que no tenía salida!, si confesaba que era judía la matarían a ella y a todo el pueblo…, peor aún a nadie se le permitía hablar con el Rey sin haber sido invitado por el, así que el sólo hecho de presentarse frente a el significaba la muerte, pues bien, después de un periodo de ayuno y oración ella se presenta frente al Rey, le confiesa su identidad y le pide indulgencia para su pueblo. El Rey la amaba tanto que se lo concede.
En cuanto al hombre malvado que conspiraba contra la Reyna y su tío, fue colgado en la misma horca que mando a hacer para su víctima; ¡todo lo que le deseo a su enemigo se le revirtió!.
Quiero animarte, y decirte: ¡no temas!, sea cual sea la circunstancia por la que estés pasando, Dios tiene cuidado de ti y tarde o temprano, el te dará la victoria. (Isa 43:1-2). Si te gusto la historia, te sugiero leer el libro de Ester, es impresionante como Dios siempre tiene una palabra de aliento cuando buscamos su rostro y su consejo.