Verdaderamente, la oracion no tiene limites y la iglesia necesita entender esto un poco mas.
Un pastor visitaba a una anciana que era miembro de su congregación. Dicha anciana había estado inválida durante mucho tiempo, pero ella seguia fiel en la oracion.
—Lamento mucho haber llegado a esta hora —le dijo—; pero he tenido que recorrer todo el pueblo antes de venir.
—Yo también, señor pastor, acabo de recorrer todo el pueblo.
—¿Cómo es posible? Usted no puede moverse de la cama.
¡Ah! —contestó la viejecita—; mi alma no está atada a la cama, y así todos los días recorro el pueblo con mis oraciones, sin moverme de aquí.
La oracion no tiene limites y quiza si mas gente orara el pastor no tendria que recorrer todo el pueblo tan frecuentemente ya que con la ayuda de la oracion, el pueblo y la iglesia tendrian menos necesidades.
“orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos.” – Efesios 6:18